COATLICUE

Atributos y Representaciones de Coatlicue
La imagen de Coatlicue es una de las más reconocibles y poderosas del arte azteca. La estatua colosal de Coatlicue, descubierta en 1790 en la Plaza Mayor de la Ciudad de México (sitio del antiguo Templo Mayor de Tenochtitlan) y actualmente en el Museo Nacional de Antropología, es el ejemplo más famoso y representa fielmente sus características:
- Falda de serpientes: Su nombre mismo, "Falda de Serpientes", se deriva de esta característica. Las serpientes entrelazadas en su falda simbolizan el ciclo incesante de la vida, la muerte y la regeneración, así como la conexión con la tierra.
- Collar de corazones y manos humanas: Alrededor de su cuello, lleva un collar hecho de corazones y manos humanas. Este macabro ornamento representa los sacrificios que se le ofrecían y su papel como devoradora de vida, pero también como generadora de vida al absorber lo que perece para dar paso a lo nuevo.
- Pechos caídos: A menudo se la representa con pechos flácidos, un símbolo directo de la fertilidad y la maternidad, indicando que ha amamantado a muchos.
- Manos y pies con garras: Sus extremidades suelen terminar en garras de jaguar o de águila, lo que subraya su naturaleza salvaje y poderosa, así como su conexión con los depredadores de la tierra.
- Cabeza de serpientes entrelazadas: En lugar de una cabeza humana, su rostro a menudo se compone de dos serpientes que se unen, formando un rostro frontal. Esto ha sido interpretado como un símbolo de la sangre brotando de un cuerpo desmembrado, aludiendo al mito central de su hijo.
- Cráneo en el centro: A veces, un cráneo aparece en el centro de su torso, fusionando aún más los conceptos de vida y muerte.
Coatlicue encarna la dualidad de la creación y la destrucción, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte. Es una fuerza primordial que da vida pero también la consume para que el ciclo continúe. Se la consideraba la madre de los dioses, incluyendo al poderoso Huitzilopochtli, dios del sol y la guerra, y a Coyolxauhqui, la diosa de la luna.
Mitos y Historias Asociadas
El mito más significativo asociado a Coatlicue es el de su embarazo milagroso y el nacimiento de Huitzilopochtli, que es fundamental para entender la identidad azteca:
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El nacimiento de Huitzilopochtli: Se cuenta que Coatlicue, que era una sacerdotisa en el monte Coatepec ("Montaña de la Serpiente"), se encontraba barriendo cuando una bola de plumas de colibrí (o según otras versiones, de un guerrero anónimo) cayó del cielo. La recogió y la guardó en su cintura, quedando milagrosamente embarazada. Sus cuatrocientos hijos, los Centzonhuitznahua (las estrellas del sur), y su hija Coyolxauhqui (la luna), se sintieron deshonrados por este embarazo y conspiraron para matarla. Mientras intentaban llevar a cabo su plan en la cima de Coatepec, Huitzilopochtli nació completamente armado del vientre de su madre (o, en otra versión, de su cuello decapitado). Con su arma, la serpiente de fuego (xiuhcóatl), derrotó y desmembró a su hermana Coyolxauhqui, arrojando sus pedazos montaña abajo. Este mito simboliza la victoria diaria del sol (Huitzilopochtli) sobre la luna (Coyolxauhqui) y las estrellas (Centzonhuitznahua), un evento cósmico crucial para los aztecas. También justifica los sacrificios humanos, ya que se creía que los cuerpos de las víctimas rodaban por la pirámide de manera similar al cuerpo desmembrado de Coyolxauhqui.
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Profecía de la caída de Tenochtitlan: En otro relato, Coatlicue advirtió a Moctezuma II de la futura perdición del Imperio Azteca. Se dice que Moctezuma II envió un grupo de magos a Aztlán, el hogar ancestral de los mexicas, para buscar conocimiento supremo de Coatlicue. La diosa les advirtió sobre la inevitable caída del imperio y la eventual reunión con su hijo cuando sus ciudades conquistadas cayeran
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